Riley Jenson es una mujer medio vampiro medio licántropo y tiene un hermano, Rhoan, que trabaja en el Rectorado para Otras Razas de Melbourne, una organización creada para controlar a las razas supernaturales y proteger a los humanos de la depredación. Rhoan es un guardián exaltado, un asesino, y ella solamente un policía. Las cosas se mantienen así hasta que un día Rhoan desaparece tras una misión. Y lo hace en el peor momento. Riley, que es más licántropo que vampiro, está en período de celo, un celo incontrolable que le provoca una gran necesidad de aparearse, un deseo casi incontrolable.
Por suerte, Riley tiene siempre a mano a dos hombres dispuestos a satisfacerla. Sin embargo, deberá controlar su deseo si quiere encontrar a su hermano… Algo que resulta muy fácil decir pero difícil de hacer, ya que todo se pone en contra de ella, y especialmente un vampiro de cuerpo delicioso, un ser muy poderoso que hará que su deseo se agudice todavía más.
En lo carnal, Riley ha encontrado a su media naranja, pero en lo que se refiere a sus investigaciones tiene que seguir su olfato no solo para recuperar a su hermanosino para detener una grave amenaza para su raza, pues alguien está clonando vampiros mestizos en un intento de crear al guerrero perfecto.
Desde los brillantes rascacielos de Melbourne hasta sus palpitantes discotecas, el mundo de Riley Jenson está lleno de peligro y deseo. Una magnífica loba -con un toque de vampiro corriendo por sus venas- Riley Jenson trabaja para una organización creada para vigilar las razas sobrenaturales.Pero cuando se despierta desnuda y golpeada en un estéril callejón, lo único que sabe es que debe correr por su vida. En esos momentos Riley se choca con el duro y seductor Kade, quien está luchando su propia batalla a vida o muerte… y ahí es cuando realmente las cosas empiezan a ponerse interesantes...
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